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domingo, 26 de septiembre de 2010

Alcohol y salud


Las bebidas alcohólicas

Las bebidas alcohólicas son productos ampliamente
difundidos, que se consideran alimentarios. Entre
sus componentes se encuentran, sobre todo, el agua
y el alcohol y poca cantidad de vitaminas y minerales;
algunas tienen cantidades importantes de glúcidos.
Se utilizan como parte de la dieta alimentaria, pero
también, y cada vez con mayor frecuencia y en mayor
cantidad, fuera de la alimentación.
Así pues, son productos integrados en las pautas
de comportamiento de nuestra sociedad, gozando
del respaldo de la tradición histórico-cultural.
Su producción, venta y consumo no están penalizados,
salvo cuando se incumplen las reglamentaciones y normas
que establece el Código Alimentario Español.3.

Grado alcohólico

Grado alcohólico (°GL) es el porcentaje de alcohol
que contiene una bebida en un volumen dado
de la misma.
Decir que una bebida tiene 12° alcohólicos,
o es de 12°, significa que en un litro de esa bebida
hay un 12% de alcohol, o sea, 120 cm

Tipos de bebidas alcohólicas

Las bebidas alcohólicas pueden ser de dos tipos: fermentadas y destiladas.
Las bebidas alcohólicas fermentadas se obtienen mediante la fermentación alcohólica
que realizan ciertas levaduras sobre los jugos procedentes de frutos (uva, manzana)
o de granos (cebada, malta). Durante este proceso, la mayor parte del azúcar
se transforma en alcohol.
Las bebidas alcohólicas destiladas se obtienen destilando una bebida fermentada,
es decir, eliminando mediante el calor una parte del agua que contiene.
Una bebida destilada tiene, pues, más alcohol que una bebida fermentada.


Trayecto y acción en el organismo del alcohol que se bebe

El alcohol, una vez ingerido, llega al estómago y luego
al intestino delgado.
El alcohol no es transformado por los jugos digestivos
del estómago ni del intestino, sino que pasa directa
y rápidamente –sobre todo si no se ha comido–
a la sangre, que lo difunde a los diferentes tejidos del
organismo.
El organismo no puede almacenar alcohol ni tampoco
eliminarlo por la orina, el sudor o la respiración;
sólo elimina por este medio un pequeño porcentaje,
menos del 2 %. Así pues, debe metabolizarlo, es decir,
transformarlo totalmente en otras sustancias
más simples que se puedan eliminar con mayor facilidad.
Como sólo puede ser oxidado a una cierta velocidad
por el hígado, el alcohol permanece en la sangre y
en los tejidos mientras termina de ser metabolizado.
El alcohol que se encuentra en los tejidos produce
efectos nocivos, sobre todo en el sistema nervioso
central, en el que actúa como un anestésico, porque
es un agente depresor del mismo. El alcohol afecta
los centros encargados de gobernar las estructuras
más primarias de la personalidad, con lo que se liberan
los centros inhibidores.
Cuando se bebe más alcohol del que puede oxidar el
hígado por las vías metabólicas normales, deben funcionar
unas vías suplementarias. Estas vías son peligrosas
porque oxidan el alcohol destruyendo las células.


Alcoholemia

La alcoholemia es la cantidad de alcohol que hay
en la sangre tras su ingestión, siendo proporcional
a la cantidad de alcohol que se toma. En ayunas, la máxima
alcoholemia se alcanza entre 15 y 30 minutos. Si el alcohol
se toma durante las comidas, este nivel máximo tarda entre

1 y 3 horas en alcanzarse.
Mientras está subiendo la alcoholemia, se desarrolla el periodo
de intoxicación alcohólica. Al comenzar la oxidación
del alcohol en el hígado empieza la desintoxicación, pero
si se continúa tomando alcohol, dado que la velocidad
de oxidación es constante, la alcoholemia continuará
aumentando pudiendo originarse una intoxicación alcohólica
aguda. Son necesarias varias horas para que la alcoholemia
baje a cero, siempre que se haya dejado de beber.

INTOXICACIÓN ALCOHÓLICA
0,5-0,8 g/l
Efectos

– Estado de ánimo exaltado:
euforia y locuacidad.
– Sentimiento de fortaleza y
seguridad en sí mismo.
– Actividad excesiva. Desaparición
irreal de la sensación
de cansancio, fatiga y
limitaciones propias.
– Disminución del tiempo
de reacción y de la coordinación
mano-ojo.
– Disminución del juicio objetivo
y del autocontrol



0,8-1,5 g/l
Estado de ánimo variable
con oscilaciones eufóricas
y depresivas.
– Comportamiento peligroso.
– Agresividad.
– Impulsividad.
– Incoherencia verbal.
– Reflejos más alterados,
movimientos más torpes.

1,5-4,0 g/l

> 4,0 g/l

– Se acentúan los efectos
anteriores.
– Comportamiento más peligroso.
– Dificultades de equilibrio,
andar titubeante.
– Vista nublada, visión doble.
– Apatía. Disminución de la
atención y de la sensibilidad.
– Posible aparición de vómitos.
– Conducta alterada.
– Pérdida completa del
equilibrio.
– Sueño comatoso.
– Posible parálisis respiratoria
que produce la muerte.

Intoxicación alcohólica y accidentes de tráfico

Numerosos estudios epidemiológicos llevados a cabo durante los últimos
50 años han puesto de manifiesto que existe una fuerte relación directa
entre la alcoholemia del conductor de un vehículo a motor
y el riesgo de que esa ingestión excesiva de alcohol sea la causa
de un accidente de tráfico.
Este incremento del riesgo se observa en todos los tipos de accidentes, pero
las concentraciones elevadas de alcohol en sangre se encuentran con mayor
frecuencia en los accidentes graves, es decir, en los que causan lesiones
o muertes y en los que están involucrados jóvenes.

1 comentario:

  1. Es interesante el tema,mas que nada porque uno no se ve cuando esta ebrio.
    Un saludo

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